Mientras iba en el autobús, entre el paseo de ir y venir de gente ajena a ambos lados, me creo este náufrago, donde a veces me siento identificada. Eso sí, con el apoyo de tierra firme en expectativas. Sin espejismos marinos!
Comprando fruta, a 650 km de donde la vi por primera vez, Toledo, he aquí una melona, sandía nativa de América, nada que ver con las sandías sin pepitas. Las cuales, por cierto, dan más problemas que soluciones. Porque, ¿como plantas de nuevo sin semillas de estas que son sin pepitas? Ah!